viernes, 23 de diciembre de 2011

Las asociaciones de usuarios de cannabis de Euskadi tienen lista de espera

País Vasco.- Iker Val es presidente de Ganjazz Art Club, con sede en Donostia y cerca de 200 miembros, y también preside la federación vasca Eusfac, un colectivo que se ha registrado este año y que desde 2008 lleva participando en los ámbitos donde se tratan las políticas de drogas o las leyes referentes a cannabis.

En este tiempo han realizado un «discreto pero no secreto» trabajo de cocina, en el que se han entrevistado desde con policías municipales hasta con integrantes del Parlamento Vasco. Todo ello con el objetivo de superar el debate de la legalización y plantear propuestas hacia una regularización del consumo personal.

-¿Qué concluye de este trabajo?

- Lo que hemos visto es que hay dificultades, porque es un fenómeno bastante complejo. Las asociaciones planteamos como referencia un punto, que es que el cannabis no es inocuo y que su consumo compulsivo puede generar problemas. Dicho esto, y desde el respeto al derecho de las personas usuarias y a las políticas enfocadas a la reducción de riesgos, entendemos que en Euskadi hay ciudadanos que usan el cannabis, que es una población mayor de edad, que no tiene problemas sanitarios y que son ciudadanos normales, gente trabajadora con familia. Lo que se pretende es establecer un marco de derechos para esas personas usuarias.

- Una pregunta personal. ¿Cuántos canutos se fuma al día?

- Tengo 35 tacos, me estoy deshabituando de lo que es fumar y utilizo más las vaporizaciones. Durante el día yo no uso cannabis, solo por las noches, para momentos de relax, para desconectar del trabajo. Este es mi caso, pero hay un tanto por ciento con indicaciones de uso terapéutico o extraterapéutico.

- ¿Extraterapéutico?

- Mucha gente usa el cannabis para rebajar los niveles de ansiedad, para dormir, para mejorar su conducta social… Hay más usos que los que están determinados científicamente como paliativos. Con el tema del cannabis terapéutico somos muy cuidadosos: entendemos que hay que estar atento a todas las investigaciones, y que la responsabilidad es de una institución competente con los suficientes recursos y tecnificada. Nosotros ni recetamos, ni decimos que el cannabis cura… Lo que damos es información objetiva y trabajamos en la reducción de riesgos.

- La directora de Drogodependencias, Celina Pereda, se refirió a la labor informativa que realizan.

- Nuestros programas de intervención y de actividades están enfocados a la reducción de riesgos. En Ganjazz, por ejemplo, además de un asesoramiento jurídico, hay también una asesoría terapéutica y orientación hacia el consumo responsable: determinar pautas de consumo, grupos de riesgo… Además, impartimos formación dos veces por semana. El año pasado dimos 60 talleres a socios en los que participaron 220 personas. El año que viene tenemos previsto evaluar la eficacia de estas iniciativas y clubs en la calidad de vida de las personas usuarias asociadas, que servirá también para hacer un estudio comparativo europeo.

- ¿Hay muchos menores que tocan la puerta de Ganjazz?

- No, ya saben que hay criterios de entrada restrictivos: tener más de 21 años y el aval de un miembro, y aún así todos los clubes trabajamos con listas de espera.

- ¿Cómo se articula el cultivo?

- Se desarrolla un sistema eficaz de autoabastecimiento colectivo con unos protocolos de control que permitan a la base social que no pueda abastecerse por sí misma a tener un sistema regulado y controlado, con sustancia de calidad analizada, ajena a las redes clandestinas y el mercado negro.

- Cada uno tiene una planta…

- Normalmente se establece una planta por socio, que la cultivaría la asociación, aunque a veces los socios participan en el cultivo colectivo.

- Holanda se está planteando su política…

- Claro, porque se está demostrando que el experimento de 35 años de los ‘coffee shops’, que sí logran separar las drogas duras de las blandas, a su vez no consigue cuidar la calidad y el derecho de sus usuarios y resolver la parte de atrás, porque se abastecen en mercados negros. La propuesta que hay es reconvertirlas en clubes privados de cannabis solo para holandeses, de máximo 2.000-3.000 personas, y que produzcan ellos mismos, bajo licencia del gobierno, lo que necesiten para autoabastecerse.

- ¿Y qué pasa con los clubes que puedan tener afán lucrativo?

- Por eso pedimos una regulación, para que se distingan unas asociaciones de otras, las que tengan consumo democrático y transparente y trabajan sobre la salud de los asociados de las que no. Eusfac aprueba hoy un código. Nos estamos autorregulando.

- ¿Cómo valora la propuesta del Gobierno Vasco?

- Es positiva, pero la acogemos con cautela, porque no es la primera vez que el Gobierno Vasco se posiciona en este sentido. Lo que también es verdad es que no se está hablando de legalización, sino de regularización, se apuesta por el derecho de las personas usuarias, y también es positivo que se valore y se esté trabajando con la sociedad civil.



Fuente MarihuanaCultivo

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