Francisco de Asís Babín delegado del Plan Nacional sobre Drogas, ha asegurado que en Rasquera “se está magnificando un posible efecto beneficioso para la economía”.
Por otro lado Felip Puig, conseller de Interior de la Generalitat, ha declarado que permitir una plantación de marihuana en el municipio para una asociación cannábica es de “dudosa legalidad”.
En los titulares de los periódicos y noticias podemos ver cosas de este tipo: Artur Mas agasaja al magnate de Eurovegas para lograr el casino.
Esperanza Aguirre por su parte dice que “en Madrid hay unas condiciones inmejorables para desarrollar el proyecto de Eurovegas” también aseguraba que “en Madrid se cambiaran las leyes que hagan falta para poder alojar Eurovegas”
Como podemos observar y se hace latente en los medios de comunicación, estas dos comunidades tienen una lucha por llevarse cada uno a casa el suculento proyecto multimillonario de Eurovegas.
¿Estamos dispuestos a cambiar las leyes por casinos, pero no por salud?
Parece ser que sí. Solamente en Madrid hay aproximadamente 7000 personas que utilizan el cannabis con fines medicinales, en Cataluña cerca de 10000.
Muchas de estas personas se sienten como verdaderos delincuentes por el simple hecho de recoger su medicina, o transportarla desde la asociación a casa.
¿Acaso no es bastante la carga psicológica que produce estar enfermo?
También tienes que soportar sentirte como un delincuente al recoger tu medicina, la que realmente mejora tu calidad de vida y te esta ayudando con tu enfermedad.
Es evidente que los políticos no quieren meterse en “berenjenales” con la hierba, mientras que los proyectos y relaciones con magnates “al margen de la legalidad” están a la orden del día.
Fuente: Kenke
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