La superficie dedicada en Marruecos al cultivo de cannabis disminuyó un 40% en 2005 con relación al año anterior -quedó reducida a 72.500 hectáreas-, y la producción de resina de cannabis cayó nada menos que un 62% (1.066 toneladas). Las cifras figuran en el último informe de la Agencia de Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen.
Este es el resultado de la erradicacion por parte del regimen marroquí y la sequia que ha padecido marruecos esta temporada de cultivo.
Aun asi este año, como siempre nuestros vecinos del sur nos deleitaran con el producto de su ultima cosecha.
¿Y si la cultura del kif no fuera un delito? El debate, nacido desde hace unos años, había permanecido en un segundo plano… pero últimamente ha surgido de nuevo con fuerza. El tabú a hablar de este tema ha desaparecido. En la sociedad civil y también para los políticos.
El primero que lanzó de nuevo este debate, en torno a la reglamentación de los cultivos de cannabis, fue el militante rifeño Chakib EL Khiyari, en 2008. Pero el militante debió posponer su discurso, su activismo, debido a una estancia de dos años en prisión.
Después de la medida de gracia del 14 de abril referente a los presos políticos, Chakib EL Khiyari sale de prisión y inicia el combate allí donde lo dejó. Poco a poco, la propuesta ha ido haciendo su camino, e incluso los políticos se sirven alegremente de ella comoargumento electoral en la región del Rif.
El último ha sido Hamid Chabat, Secretario General de la Unión general de los trabajadores marroquíes (UGTM), miembro de la oficina política del partido del Istiqlal y alcalde de Fès. El 8 de mayo en Kétama, Chabat organiza una campaña para reclutar a los recolectores de kif. Sus declaraciones son rompedoras, como de costumbre.
“ El Rif militó por su independencia y hoy su región libra un combate por la libertad y la dignidad. ¡Propongo a las clases obreras que viven del cannabis de unirse a nosotros, al UGTM para defender su causa y para esta cultura no desaprezca ! ”, proclama en sus mítines.
Con el líder regional de su partido, Nouredine Mediane, Chabat continua la campaña comparando incluso el cannabis… al café, a la cebada y a la uva. “ Todas las plantas pueden servir para producir drogas”, afirma.
“La uva produce el vino, la cebada… la cerveza y se conocen las devastaciones del alcohol sobre la población. El café hace mucho tiempo se consideraba como una droga antes de convertirse en la bebida matinal de todos nosotrs ”, prosigue el istiqlalien.
En la clase política, Hamid Chabat no está solo al pronunciarse de este modo. El 17 de mayo de 2009, en la víspera de las elecciones a los Ayuntamientos, el muy potente iniciador del Partido “Autenticidad y Modernidad”, Fouad Ali EL Himma y su Secretario General, también habían llamado a la legalización del kif.
“Es anormal que en Marruecos, se produzca el kif y que en Europa la gente se enriquezca con ello. La cultura del kif debe ser objeto de un diálogo nacional… Marruecos no debe aceptar lecciones de España en este sentido”, había declarado FAH.
Biadillah aún fue más claro, llamando a la “amnistía general en favor de todas las personas proseguidas para cultivo y tráfico de cannabis”, con el fin de regular el uso de esta planta en Marruecos.
Si los políticos utilizan y abusan de este tema cuando están en el RIf, es que son conscientes de la importancia que representa la producción de cannabis para una población que vive exclusivamente de ella. Y de la importancia de esta tradición en las costumbres marroquíes.
El fellah rifeño no tiene nada que ver con el tópico del narco que dispone de múltiples conexiones en Marruecos y en el extranjero. Se trata de pequeños y pobres latifundistas que cultivan el cáñamo de generación en generación, desde el siglo XVI, con el sello real del 1er sultán Hassan.
Este cultivo se había reforzado durante el protectorado francés con la creación “del control autónomo de los tabacos del kif ”. Al igual que el qat en Oriente Medio o la hoja de Coca en Bolivia, se admitía perfectamente cultivar y consumir kif de una forma natural.
Pero bajo la presión de los organismos internacionales, el Estado prefiere hoy arrancar el “mal ” desde la raíz, destruyendo los cultivos de cannabis. Así pues, según el informe 2010 del Órgano internacional de control de los estupefacientes (OICS), dependiente de la ONU, se observó un claro retroceso de las plantaciones de kif en los últimos seis años.
La superficie consagrada al cannabis pasó de 134. 000 hectáreas en 2003 a 56. 000 hectáreas en 2009. La producción ha pasado, de 3.070 a 820 toneladas durante este mismo período.
Lo que se analiza como un gran éxito y una victoria para Occidente es vista como una gran injusticia para los agricultores y la sociedad civil.
Para el ARDH (Asociación del Rif por los derechos del Hombre), la única manera de combatir el tráfico de cannabis es regular su cultivo, y no erradicarlo. “El enfoque tranquilizador del Estado demostró su fracaso ”, asegura Chakib EL Khiyari. Y de proseguir : “el Estado faltará a su compromiso empobreciendo aún más a la población. Esta política no debilitó las redes de tráfico, al contrario, ella les impulsaron a diversificarse ”, explica.
Según la Coalición europea para políticas justas y eficaces en materia de drogas (ENCOD), 18.000 habitantes de Kétama estarían en prisión porque cultivan el cannabis y 30.000 estarian en busca y captura.
Las alternativas no son validas, los cultivos alternativos propuestos por el Estado (olivares, cebada, etc) no son rentables al kilo para agricultores que tienen pequeñas superficies difícilmente cultivables debido al kif que empobrece el suelo.
Resultado; las ONG proponen salvaguardar esta cultura pero orientarla hacia usos medicinales e industriales. Además, esta reglamentación perjudicaria a los traficantes que no se podrían aprovechar y se podría llegar a reducir el consumo, como lo explicaMounir Kejji, militante amazigh : “ en los Países Bajos, donde la venta de cannabis es autorizada pero limitada, el consumo es bajo respecto a otros países europeos”. Por tanto, el debate existe…. Pero hay verdadera voluntad política para que se debata de ello, sin considerar los motivos puramente electorales de cada momento?
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