sábado, 21 de abril de 2012

La prohibición de la marihuana es fracaso y atraso

No hay guerra más inútil y retrasada que la guerra contra las drogas. Muy particularmente la prohibición del consumo de cannabis, comúnmente conocida como marihuana.
Hace más de un año cuatro mujeres legisladoras de Massachusetts sometieron el proyecto de ley conocido como Ley de Regulación y Tributación del Cannabis”. Ellas son las representantes Ellen Story (D-Amherst), Ruth Balser (D-Newton), Lori Ehrlich (D-Marblehead), y Ann Gobi (D-Spencer).
El preámbulo de esa propuesta de ley, que todavía se discute en Beacon Hill, sostiene que “100 años de criminalización en Massachusetts ha fracasado en detener la producción, distribución y uso de marihuana, y que no se puede razonablemente esperar que los esfuerzos sostenidos para hacer cumplir la ley logren el objetivo”.
Es simplemente una pérdida de tiempo y de dinero público, además de un retroceso de casi cien años, hacia la época de la prohibición del alcohol en el país “más libre del mundo” (1919-1933).
En lo que va del año 2012, en Estados Unidos se ha arrestado más de medio millón de personas por violaciones de las leyes antidrogas. Poco más de un cuarto de millón han sido arrestados desde el 1ro de enero hasta la fecha por violación de las leyes prohibitivas de cannabis.
En el 2009 arrestaron a 858,408 personas por delitos relacionados con la marihuana, y se espera que el número aumente este año. En Estados Unidos se arresta a una persona cada 30 segundos por infringir las leyes anti-cannabis, según la organización Drug Sense (drugsense.org).
A ese casi millón de individuos que son arrestados y encarcelados cada año, el resto de los ciudadanos que pagamos impuestos tenemos que mantenerlos con la alimentación, cuidados médicos y costos de abogados y costos de tribunales, entre otros.
Pero esa es solo quizás la segunda razón por la cual la venta y el consumo de marihuana deberían ser legales. La primera razón tiene un solo nombre: LIBERTAD. Los seres humanos merecen el derecho de tomar decisiones libres por ellos mismos. El gobierno solamente tiene derecho a limitar esas decisiones si las acciones del individuo ponen en peligro a otro ciudadano. Una persona ebria por el consumo LEGAL de alcohol también podría poner en peligro a otro ciudadano. Entonces, o abogamos por la prohibición del alcohol, o somos un montón de hipócritas.
Como sucede con el alcohol, la legalización de cannabis y otras drogas pondría el control del contenido tóxico de dichas substancias en las manos de las agencias de salud gubernamentales. Actualmente el gobierno regula la cantidad de alcohol por volumen en todas las bebidas embriagantes. De la misma manera, si la marihuana y  otras drogas fueran legales, el gobierno controlaría el contenido embriagante de cada droga.
No únicamente el gobierno tendría el control del nivel tóxico en cada droga, como en el alcohol, sino que los impuestos por la venta de marihuana y otras drogas generarían ingresos multimillonarios al estado que podrían utilizarse para la educación, la salud y la guerra contra crímenes reales.
Nueve países han descriminalizado la marihuana. En Perú y Uruguay es legal bajo ciertas condiciones. En el país que se hace llamar el más libre y democrático del mundo, Estados Unidos de Norteamérica, la posesión de cannabis es ilegal. ¡Morones!
Fuente: Siglo21

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