En España, la Ley de Seguridad Ciudadana 1/1992 (Ley Corcuera) es la ley que castiga y prohíbe con una sanción administrativa el consumo en lugares públicos y en teoría permite el consumo de marihuana siempre que se realice en lugares privados.
Bajo la circunstancia de dicha ley, están proliferando en España los llamados Clubes Cannábicos, donde se puede fumar y adquirir marihuana de forma legal al tratarse de un lugar privado y no existir animo de lucro por parte de sus asociados. En estos clubes usuarios y aquejados de diversas enfermedades pueden acceder al cannabis de una forma segura sin tener que recurrir a la venta ilícita.
Esta demostrado científicamente que los componentes activos de la marihuana son efectivos con múltiples enfermedades y ayudan a mitigar los efectos que tienen otras muchas. Cada vez más personas utilizan la marihuana o concentrados para medicarse, ya que es más efectiva que las medicinas convencionales y los efectos secundarios son mucho menores.
¿Donde se encuentra el limite?
Ahora mismo no hay una regulación que determine cuantas plantas se puede cultivar para autoconsumo y la pena queda a expensas del juez que lleve el caso. Hay resoluciones y sentencias muy dispares para casos muy parecidos, en los que ha quedado demostrado que es necesario establecer unos limites claros para que la gran cantidad de consumidores-autocultivadores que no son traficantes (ni tienen interés en serlo) puedan cultivar tranquilos sin preocuparse de si “se estarán pasando de la raya”.
Es evidente que el hecho de autocultivo, no es perjudicial para el consumidor ya que puede acceder a un producto el cual ha visto crecer y ha tenido el control en todo momento, quedando fuera del circulo del narcotráfico.
Por otra parte, probablemente el gran numero de consumidores de marihuana (medicinal o lúdica) no quieran abandonar el habito, por mucho que el gobierno se quiera preocupar por su salud, así que, ya sea por medio del autocultivo o por medio de los clubes cannábicos puedan acceder a la marihuana de una forma más económica y segura, saliendo del circulo del narcotráfico que tantas veces no es beneficioso para el consumidor y conlleva otros problemas a parte, simplemente sería una gran idea que hubiera unos limites marcados para saber hasta donde se puede llegar en cada caso y los jueces no confundan autocultivadores con narcotraficantes.
Cultivo para autoconsumo si, cultivo para narcotráfico no.
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