jueves, 10 de noviembre de 2011

Como crear un Club Social de Cannabis, guía legal

Guía legal y práctica para la puesta en marcha de un cultivo asociativo.

Federación de Asociaciones Cannábicas – FAC – 2010

El cáñamo (cannabis sativa) es una planta agrícola que viene siendo cultivada desde hace miles de años como fuente de alimento y de fibra, pero también con fines medicinales, lúdicos y rituales. Su presencia enla Península Ibéricaparece remontarse al Neolítico y en Canarias se conoce al menos desde la llegada de los primeros europeos. Sin embargo, las propiedades psicoactivas del cáñamo han provocado en las últimas décadas una cruzada mundial que persigue con saña la producción y el comercio ilícitos de la planta, demoniza y castiga su consumo, e impide en la práctica el aprovechamiento de muchas de sus propiedades benéficas.

A pesar de esa persecución, el cannabis sigue siendo cultivado y consumido clandestinamente por decenas de millones de personas en todo el mundo, que en muchos casos se enfrentan a castigos desmesurados. En el estado español, el cáñamo psicoactivo es una sustancia de amplio uso, extendido en todas las capas sociales y grupos de edad y goza de una aceptación creciente en los últimos años, tanto en su faceta de fármaco como en la de droga de uso social. Para cubrir esa demanda se recurre mayoritariamente a un mercado negro que se nutre sobre todo del contrabando de hachís procedente de Marruecos, pero cada vez es más frecuente el autocultivo individual o colectivo, bien sea de interior o exterior, hasta el punto de que este tipo de plantaciones han llegado a crear todo un sector económico que le surte de lo necesario.

Las personas y grupos que cultivamos cannabis (y otras plantas declaradas ilícitas) para nuestro propio uso nos encontramos en una enorme inseguridad jurídica, siendo con frecuencia víctimas de los excesos de un sistema legal en el que quien posee plantas de cannabis es culpable mientras no demuestre lo contrario. Eso ha llevado a las asociaciones surgidas del seno de este colectivo a buscar desde hace años fórmulas legales que permitan aprovechar el hecho de que el consumo personal está despenalizado para poder autoabastecerse con un mínimo de seguridad legal.

Esto se ha traducido en una serie de experiencias prácticas, la mayoría exitosas, que han llevado al nacimiento de los llamados Clubes Sociales de Cannabis, una alternativa que permite cultivar y distribuir derivados del cannabis en circuito cerrado sin vulnerar el vigente marco prohibicionista.

El eco que estas experiencias están teniendo en los medios de comunicación ha generado una gran demanda de información por parte de grupos que cultivan o quieren cultivar cáñamo para sus miembros y desean regularizar su situación en la medida de lo posible. Ello ha obligado ala FACa un proceso de reflexión colectiva para unificar conceptos acerca de los requisitos básicos para la creación y funcionamiento de un Club Social de Cannabis dentro del marco legal español.

Fruto de esa reflexión es esta guía, que pretende facilitar esa información a quienes estén interesados en la creación de asociaciones que puedan llevar a cabo cultivos sociales. Tanto las recomendaciones del texto principal como los

documentos-modelo anexos son abiertos y se proponen con la idea de ser adaptados, teniendo en cuenta las diferentes realidades sociales de las distintas comunidades del estado español, además de poderse amoldar a la peculiar idiosincrasia de cada colectivo. El texto también pretende servir como punto de partida para quienes pretendan crear este tipo de clubes en otros países, para lo cual deberán conocer la situación legal de su propio estado y adaptar a la misma los principios básicos de los CSC.

Como ya se ha dicho, el actual marco legal sobre el cannabis es ambiguo y lleno de lagunas. Esta guía se basa en las experiencias prácticas de una serie de asociaciones concretas y en las resoluciones legales referidas a ellas, que no son unánimes. Seguir al pié de la letra las directrices de esta guía no garantiza que no se vayan a tener problemas legales.

A falta de una regulación clara, los distintos tribunales pueden llegar a resoluciones muy dispares ante circunstancias muy similares. Lo que provoca el archivo de la causa en un caso puede llevar a una condena de prisión en otro parecido, así que esta guía no tiene más valor que el de servir de marco de referencia para una experiencia que va a tener que ganar espacio palmo a palmo en un entorno social y legal hostil por principio.

Desdela Federaciónde Asociaciones Cannábicas animamos a las personas usuarias de cáñamo y de otras plantas declaradas ilícitas (puesto que los principios generales de este modelo no son exclusivos del cannabis) a que se organicen y den forma legal a lo que hoy es una realidad incuestionable: El masivo autocultivo individual y colectivo con el fin de soslayar unas leyes injustas que restringen los derechos de millones de personas en el mundo. El modelo de los Clubes Sociales de Cannabis pretende ser un paso más en el camino de la normalización social y legal de la planta, pero no servirá de nada si no surgen grupos de personas dispuestas a ponerlo en práctica y asumir algunos riesgos.

La FACapuesta por este modelo, que ya se está empezando a aplicar en otros países europeos gracias a la iniciativa dela Coalición Europeapor Políticas de Drogas Justas y Eficaces (ENCOD) www.encod.org, como una vía para ir superando de forma no traumática un marco legal obsoleto que causa al conjunto de la sociedad daños mayores que los que dice pretender evitar.

Al mismo tiempo,la FAChace un llamamiento a la responsabilidad a la hora de aplicar este modelo. Se trata de poner en marcha una experiencia que roza el límite de lo delictivo y que cuenta con el rechazo de amplios sectores sociales y diversos grupos de poder. En la FAC apostamos por un modelo de normalización que va mucho más allá de la creación de clubes privados, ya que entendemos que la producción y comercio de cannabis no deberían estar sometidas a mayores restricciones que las que sufren otras drogas actualmente legales y de amplio uso, como alcohol, tabaco o cafeína. Sin embargo, somos conscientes de las limitaciones que imponen las convenciones de las Naciones Unidas sobre drogas y de la necesidad de avanzar paso a paso y sobre bases sólidas para evitar que el cambio social y legal que anhelamos quede frustrado.

Por ello,la FACno aceptará en su seno ni prestará apoyo a aquellas entidades que no cumplan unos mínimos requisitos, a fin de evitar la mala utilización de este nuevo modelo asociativo. Utilizar los consejos que se ofrecenen esta guía como cortina de humo para la distribución comercial e incontrolada de cannabis no servirá para proteger a quienes lo hagan frente a posibles problemas legales y, sin embargo, sí puede suponer un descrédito para el modelo de funcionamiento que proponemos y afectar negativamente a otros grupos.

Por el contrario, quienes traten de promover este modelo de forma cabal, ciñéndose a los criterios que aquí se establecen dentro de un marco genuinamente asociativo, contarán con todo nuestro apoyo. En este sentido, hacemos un llamamiento público a los nuevos Clubes Sociales de Cannabis que se están creando y a los que puedan ir apareciendo en el futuro para que se integren dentro de nuestra Federación, como forma de unir esfuerzos en el camino hacia la normalización y para poder apoyarnos y defendernos unos a otros frente a posibles problemas legales o del tipo que sean. La coordinación y el mutuo conocimiento son la vía para ser más fuertes.

El funcionamiento de los CSC deberá basarse en la transparencia y la gestión democrática y nunca se dirigirá al lucro personal de los promotores. Los CSC son una nueva forma organizativa dirigida al autoabastecimiento y a la creación de un mercado en circuito cerrado cuyas reglas de funcionamiento se asemejan a las de una cooperativa de consumo.

Los Clubes Sociales de Cannabis son asociaciones de personas usuarias cuya labor se dirige a garantizar el abastecimiento de sus miembros con productos de calidad, pero que también deberían aspirar a garantizar los derechos de esas personas en un marco legal represivo y a promover el debate y el cambio social hacia la completa normalización de la planta de cannabis.

Enla Federaciónde Asociaciones Cannábicas creemos que el modelo que proponemos no solo se ciñe a la legalidad actual, sino que además constituye un sistema de gestión del mercado de sustancias ilícitas mucho más eficaz y con menos riesgos para el conjunto de la sociedad que el actualmente vigente. Por su carácter privado y discreto, por estar dirigido a personas adultas e impedir el acceso a menores, por su carácter autogestionario y no lucrativo, los Clubes Sociales de Cannabis evitan muchos de los problemas generados por la vigente prohibición, suponiendo un rayo de esperanza de cara a un futuro donde nuestra relación con las plantas psicoactivas se base en la razón, la evidencia científica y el respeto a los derechos individuales, y no en la histeria colectiva, la desinformación y la guerra.



Martín Barriuso. Presidente de la Federación de Asociaciones Cannábicas (FAC)



Aquí GuiadeClubes.pdf Documentación: http://www.kannabis.es/file/GuiadeClubes.pdf



Fuente Federación de Asociaciones Cannábicas: http://www.fac.cc/

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